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Para una correcta preparación de los biberones se deben seguir una serie de pasos:
(1) Esterilizar el biberón, la rosca y la tetina, hirviéndolos durante 10 minutos o introduciéndolos en solución de hipoclorito sódico al 1% durante 3 horas.

(2) Introducir primero el agua necesaria (previamente hervida durante 10 minutos) en el biberón, a una temperatura de 40ºC.

(3) Añadir al agua las medidas rasas y sin comprimir de leche en polvo recomendadas por el fabricante, en el momento de dar el biberón. Después hay que agitar hasta la completa disolución.

(4) Desechar los restos de leche que sobren siempre. Lavar cuidadosamente de nuevo el biberón, la rosca y la tetina. Mantenerlos protegidos y limpios hasta la próxima toma.

(5) Si se prepara más de un biberón, hay que echar el agua hervida y guardarlos cerrados. Se añadirá la leche en polvo en el momento de la toma.

Los errores más habituales en la preparación de las leches son polvo son los dos siguientes:
Leche diluída
Un exceso de agua con relación a la cantidad de leche en polvo puede provocar en el lactante diarreas y problemas de deshidratación y nutrición, especialmente si este error se produce de manera sistemática.
Leche concentrada
Un exceso de leche puede ocasionar una sobrecarga renal por sobrepasar el límite de proteínas que el riñón del bebé, todavía inmaduro, puede excretar.

Alimentación complementaria (Beikost).
Son todos aquellos productos que se van introduciendo poco a poco al bebé, a partir de los 4-6 meses como complemento de la leche y transición hacia una dieta normal (cereales, fruta, verduras, carne, pollo, pescado…) normalmente en forma de papilla.

Errores más habituales en la alimentación del bebé que debemos evitar
Adición de sal a las preparaciones de alimentos
No es necesario, pues la sal que ya llevan los alimentos es la idónea para él. El lactante necesita mucha menos sal que el adulto. Por otro lado educamos el paladar del niño al gusto propio de los alimentos, bajo en sal, contribuyendo así a que luego durante toda su vida coma con poca sal, hábito que disminuye el riesgo de padecer hipertensión arterial u otros problemas cardiovasculares en el futuro.

Adición de azúcar a la fruta.
No es necesario. La fruta ya contiene fructosa, azúcar natural no cariogénico responsable de su sabor dulce característico. Acostumbrar al niño a sabores dulces por la adición de sacarosa (azúcar de mesa) trae con frecuencia la aparición de caries (de niño) y de obesidad en la edad adulta (o de niño).

No dar agua al niño con frecuencia.
Hay que ofrecer frecuentemente agua sola (sin azúcar) al niño, sobre todo en verano con el calor, cuando tiene fiebre, diarrea…Si tiene sed la aceptará. La piel del bebé es menos espesa que la del adulto y pierde mucha más agua por transpiración. También necesita más agua el riñón del bebé, que todavía inmaduro ve así facilitada la disolución de las sustancias a eliminar.

Introducción simultánea de muchos alimentos nuevos.
Introducir los nuevos alimentos al niño de uno en uno y espaciadamente nos facilitará la detección de posibles alergias o intolerancias. No hay normas fijas para la introducción de alimentos. Únicamente esperar hasta los 4-6 meses para introducir alimentos con gluten y esperar hasta un año para la introducción de alimentos potencialmente antigénicos, en niños cuya familia tenga antecedentes de atopia.

Ser persistente.
Si el bebé rechaza de plano la introducción de un determinado alimento –normalmente fruta y verdura en papilla- no hay que insistir. Lo mejor es esperar y volver a probar más adelante, para evitar así un rechazo definitivo. A veces es el bajo valor calórico de estos preparados lo que hace que el bebé los rechace, prefiriendo el biberón o el pecho.

Consejos generales para el período de lactancia.

*Leche: Mantener la lactancia materna, si es posible hasta los 4-6 meses. Si no es posible, se ofrecerá una fórmula de inicio hasta los 4-6 meses. A partir de esta edad y hasta los 3 años se sustituye por una fórmula de continuación.
La leche de vaca, ni entera ni desnatada, no se ofrecerá hasta después de los 12 meses. Tampoco se ofrecerán leche ni derivados lácteos que se hayan elaborado con leche de vaca sin modificar.

*Necesidades nutritivas: De los 6 a los 12 meses, la cantidad de leche debe ser de 500 ml/día para cubrir las necesidades de calcio de 500-600 mg/día, el aporte de ácidos grasos esenciales y el aporte calórico. Aportar 400-800 UI de vitamina D al día.

*Gluten: No introducir el gluten (trigo, avena, cebada o centeno hasta después del sexto mes cumplido. El arroz, el maíz o la tapioca no contienen gluten.
*Respetar un aporte de 500-900 ml de leche al día.

*Higiene alimentaria: Tener un cuidado extremo con las medidas de higiene de los alimentos durante el primer año de vida. Evitar recalentar los alimentos y no prepararlos más de 8-12 horas antes del consumo por parte del niño.

*Los cambios en la alimentación, así como la introducción de nuevos alimentos, será paulatina: frutas (4-5 meses), pollo (5-6 meses), ternera (6-7 meses), pescado (8-9 meses) y huevo (9-10 meses). Las verduras podrán añadirse en las papillas de pollo, ternera o pescado.

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