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¿Qué es el reishi?

El Reishi (Ganoderma lucidum), es un hongo que crece en árboles muertos y en árboles de hoja caduca, en zonas húmedas de bosques subtropicales y en zonas templadas de Asia, Europa y América del Norte y del Sur. La medicina tradicional china lleva utilizando este remedio desde hace más de 2000 años. Su nombre chino Lingzhi significa "potencia espiritual". Los chinos consideran que el hongo reishi, también llamado "seta de la inmortalidad", es la "medicina de los reyes", y se ha utilizado como medicina tónica y fortalecedora durante miles de años. En medicina tradicional se ha utilizado para mejorar la capacidad intelectual y la memoria; aumentar la movilidad muscular y alargar la expectativa de vida y la calidad de la misma1.

Reishi. Imagen Eric Steinert.


Ciclo biológico, recolección y cultivo del reishi

Los hongos reishi extraen los nutrientes del árbol sobre el que están creciendo. Los hongos adultos liberan sus esporas al ambiente, pero estas tienen una cáscara tan dura, que su germinación natural es extraordinariamente difícil, por lo que es poco probable encontrar reishi silvestre en el medio natural. Debajo de estas líneas podemos ver un esquema del ciclo vital del reishi.

 Esquema del ciclo biológico del reishi. Farmacia Germana. 

El gran interés que despierta este hongo, unido a la gran dificultad que representa su recolección silvestre, ha llevado a que se investiguen y desarrollen métodos de cultivo del mismo. En Japón suelen cultivarse sobre robles viejos y en cada país adquieren las características del suelo del territorio. Antes de que los japoneses iniciaran su cultivo en robles viejos, era tan caro que solamente reyes y grandes potentados podían permitirse su uso, ya fuera como alimento, condimento o medicamento. Por cierto, reishi es el nombre que este hongo recibe en Japón, donde también se le denomina Mannentake. En Corea se denomina Yeongji.
 

Actividad biológica del reishi

Los preparados con reishi poseen una gran actividad biológica y se han demostrado útiles para inhibir el crecimiento de tumores, modular la respuesta inmune, aumentar la actividad hematopoyética (fabricación de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas) y como antiinflamatorio, entre otras muchas acciones.

El reishi posee también propiedades antimicrobianas, antivirales, antifúngicas, antioxidantes, hipolipemiantes, antihipertensivas, antidiabéticas, antiobesidad, hepatoprotectoras, adaptógenas, prebióticas, anti-radicales libres, anti-envejecimiento e inhibidoras de la actividad de la enzima acetilcolinesterasa (con la utilidad que la inhibición de esta enzima puede suponer en las enfermedades neurodegenerativas)1, 2.
 

Principios activos y composición porcentual del reishi

La causa de semejante actividad es debida a una serie de sustancias biológicas -se han aislado más de 400-, las más importantes de las cuales parecen ser los triterpenoides y los polisacáridos. También podemos encontrar en el reishi otras sustancias como pueden ser proteínas (glicoproteínas), lípidos, nucleótidos y sus derivados, compuestos fenólicos, esteroides, ácidos grasos (con mayor proporción de insaturados) y oligoelementos (Mg, K, Ca, P, Cu, Zn, Se, Fe)2, 3, 4.

La composición porcentual del reishi es de un 90% de agua y un 10% de materia residual. En este 10% de materia restante encontramos lo siguiente: del 10 al 40% de proteínas, 28% de lípidos, del 3 al 28% de glúcidos, del 3 al 32% de fibra y del 8 al 10% de minerales. Los porcentajes de sustancias varian dependiendo de la cepa, de las condiciones de cultivo, del método de extracción y del origen geográfico.
 

Actividad terapéutica y preventiva del Reishi

Los polisacáridos, especialmente los β-D-glucanos serían los componentes principales, siendo los responsables de las propiedades antitumorales y reguladoras del sistema inmunológico. En la actualidad muchos médicos, tanto de China como de los países occidentales, están utilizando el reishi como suplemento para el tratamiento del cáncer y para combatir los efectos secundarios de la quimioterapia. También pueden ayudar a disminuir el peligro que representan los mutágenos para las células del organismo, gracias a su actividad contra los radicales libres2, 4.

Betaglucano. Imagen Helen Bo, Tran Thi Bich Chau Vo, Tran Thi Thu Ngoc Vo.

Los triterpenoides por su parte, han demostrado poseer actividad antioxidante, antihipertensiva, hipocolesterolemiante, hepatoprotectora y antihistamínica. También actúan contra los tumores y evitan su proliferación (efectos antiangiogénicos)2, 4. Debajo, en la imagen, podemos ver las fórmulas químicas de tres ácidos ganodéricos: A, F y H. Los ácidos ganodéricos son terpenoides exclusivos del reishi, que poseen una estructura tetracíclica, muy similar a la de los esteroides.


Triterpenoides. Imagen 

Veámos más en detalle estas actividades biológicas del reishi, algunas de las cuales seguramente, debidas a un efecto sinérgico de los diversos principios activos que posee.
 

Depresión mayor, ansiedad.

Los medicamentos farmacológicos para el tratamiento de la depresión disponibles en la actualidad, distan mucho de ser un modelo de eficacia, cuando no es dicha eficacia puesta en duda abiertamente. En este contexto la búsqueda de nuevos tratamientos que puedan ayudar a tratar las patologías del sistema nervioso central es una auténtica necesidad. La fitoterapia y la micoterapia son dos de los campos donde con más intensidad se están buscando soluciones alternativas, y donde se están encontrando resultados más prometedores.

El reishi contiene 5-hidroxi-L-triptófano (5-HTP), un precursor directo del neurotransmisor serotonina, el control de cuyos niveles parece ser clave para el tratamiento de la depresión mayor. Un estudio realizado en ratones observó que los extractos de reishi tienen un efecto antidepresivo similar al de la fluoxetina5. Diversos estudios en ratones han demostrado la eficacia del extracto del reishi para el tratamiento de la ansiedad6, 7.

Los estudios clínicos también vienen a confirmar las mejoras en el estado de ánimo y el bienestar de los pacientes tratados con extractos de este hongo. Un ensayo realizado en China con pacientes neurasténicos, permitió observar que el tratamiento con reishi mejoraba mucho la resistencia a la fatiga física y al malestar tras los esfuerzos mentales8.
 

Enfermedades inflamatorias

La inflamación, aunque todos estemos familiarizados con ella, es un complicado mecanismo de defensa de nuestro sistema inmunológico frente a infecciones por microorganismos, heridas o traumatismos. También aparece en las enfermedades autoinmunes, aunque en este caso podemos decir que es una defensa errónea, una especie de gol en la propia portería (diabetes, artritis reumatoide, psoriasis, lupus, enfermedades inflamatorias intestinales, etc.) que acaba alterando o destruyendo al propio organismo.

Los signos característicos de la inflamación son el calor, el rubor (enrojecimiento), la hinchazón y el dolor, que se producen cuando se activan e interaccionan entre sí, determinadas células del sistema inmune (linfocitos, monocitos, neutrófilos, eosinófilos, basófilos), que acaban provocando un exceso de producción de mediadores de la inflamación: histamina, prostaglandinas, prostaciclina, leucoctrienos, óxido nítrico, citoquinas, etc. Ante toda esta variedad de mediadores, los antiinflamatorios tradicionales no esteroideos (AINE), actúan únicamente inhibiendo la síntesis y liberación de prostaglandinas y tromboxanos. Los antiinflamatorios esteroideos (corticoesteroides), que sí tienen una amplia y potente acción a nivel de todo el organismo, no son utilizables a largo plazo por sus efectos secundarios potenciales, por lo que interesa seguir buscando nuevos remedios contra la inflamación.

En los últimas décadas, el renacido interés por la fitoterapia y la micoterapia, ha permitido descubrir una amplia variedad de extractos de plantas y de hongos que son capaces de combatir la inflamación a través de novedosos mecanismos diferentes a los de los antiinflamatorios farmacológicos tradicionales (AINE). El reishi es uno de los hongos más estudiados9 y se ha visto su potencial utilidad en las patologías que comentamos a continuación.

Artritis reumatoide

Los efectos antiinflamatorios del reishi, así como de muchas plantas y hongos, se basan en que son capaces de inhibir la producción y/o la secreción de una amplia variedad de mediadores de la inflamación, como las citoquinas proinflamatorias, por parte de las células inmunes, frenando así la cascada inflamatoria desde el principio. Entre ellas encontramos el factor de necrosis tumoral α (TNF-α), el interferón-γ (IFN-γ), la interleucina-1β (IL-1β), la IL-6 y la IL-17, que desempeñan un papel fundamental en la patogénesis de la artritis reumatoide. Esto va a permitir tratamientos alternativos o complementarios para abordar la artritis y otras enfermedades inflamatorias.

En un modelo de experimentación de artritis reumatoide inducida en ratones, Ganoderma lucidum disminuyó la degeneración del cartílago y la inflamación de la membrana sinovial de la rodilla10. Un estudio realizado con pacientes que padecían artritis reumatoide, realizado en la Universidad Politécnica de Hong Kong permitió comprobar la utilidad y seguridad de los extractos de G. lucidum para el tratamiento del dolor11.

Otros estudios han profundizado en los mecanismos de acción de los polisacáridos: inhibición de la producción de los linfocitos B e inhibición de la secreción de la citoquina proinflamatoria TNF-α (factor de necrosis tumoral alfa) por parte de los mismos, y de otras células inmunes como los linfocitos T, los monocitos, los macrófagos, las células NK (natural killer) y los leucocitos neutrófilos, eosinófilos y basófilos12.

Los β-(1→3)-d-glucanos del reishi, disminuyen la producción de óxido nítrico (NO), al menos parcialmente, al bloquear al NF-κB (factor nuclear potenciador de las cadenas ligeras kappa de las células B activadas). Este NF-κB es un complejo proteico que se encuentra en la mayoría de tipos de células animales, controla la transcripción del ADN y está implicado en la respuesta celular frente a estímulos diversos como las citoquinas, por lo que juega un papel clave en la regulación de la respuesta inmune a factores que generan inflamación.  Los β-(1→3)-d-glucanos también inhiben la fosforilación del enzima JNK, una proteína que activa la vía intracelular de transmisión de señal MAPK, la cual induce proliferación celular y más inflamación13.

Reishi. Imagen Karsten.

Covid-19

La enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2, que supuso una pandemia el año 2020, tiene como principal manifestación un síndrome respiratorio agudo grave provocado principalmente por la tormenta de citoquinas, que aumentan la hipersensibilidad del organismo, desencadenando complicaciones que pueden provocar la muerte del enfermo. La falta de fármacos efectivos y seguros para esta enfermedad ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de buscar nuevos tratamientos en el ámbito de la fitoterapia y la micoterapia, donde hay productos seguros y potencialmente eficaces para tratar la infección por SARS-CoV-2.

Uno de los principales candidatos es el reishi, del cual se conocen ya su acción antiviral y sus efectos moduladores del sistema inmune, que podrían ser decisivos en la prevención de la tormenta inflamatoria14. Efectivamente se ha visto en diversos ensayos, como este hongo es capaz de tratar la infección y las patologías asociadas que agravan la infección por SARS-CoV-2 15. Un estudio realizado en plena pandemia en la Universidad de Mosul, que utilizó el reishi para el tratamiento de la COVID-19, puso de manifiesto que los enfermos tratados con este hongo tenían un mejor perfil en casi todos los parámetros hematológicos (linfocitos, monocitos, neutrófilos, eosinófilos, basófilos), lo que vendría a confirmar la utilidad de su efecto inmunomodulador para el tratamiento de esta infección16
 

Cáncer

En los últimos diez años ha habido un incremento de los estudios sobre la utilidad terapéutica de los hongos en relación con el tratamiento del cáncer. En uno de los cánceres más habituales en la mujer, el cáncer de mama, la medicina ha conseguido tratamientos que mejoran la esperanza de vida, pero faltan tratamientos para paliar los efectos secundarios de los mismos, como la inmunosupresión y también la fatiga relacionada con la propia enfermedad. En este sentido, el hongo más investigado es el reishi: estudios con este hongo han demostrado reducciones, tanto del crecimiento celular como de las metástasis del cáncer de mama tanto in vitro como in vivo17.

Estudios in vitro e in vivo, han demostrado la capacidad del Ganoderma lucidum de conseguir una reducción del crecimiento de células tumorales en el cáncer de mama, hecho muy alentador. En otro estudio en el que se administró el ácido ganodérico del reishi a  ratones con cáncer de pulmón metastásico, se observó la muerte selectiva de las células cancerosas, a través de la inhibición de la expresión de la proteína tumoral p53 y del bloqueo de la función mitocondrial de las células tumorales18. Investigadores de Taiwan encontraron que una solución de polisacáridos de G. lucidum inhibía de modo signifivativo el crecimiento del tumor de pulmón en ratones, a la vez que reducía el tamaño de los nódulos metastásicos y prolongaba la supervivencia de los animales19.

También se obtuvieron resultados positivos al tratar, con polisacáridos aislados del reishi, el melanoma en ratones. Se comprobó como estos polisacáridos aumentaban la respuesta de los linfocitos T-natural killer y de los linfocitos T-citotóxicos frente a las células tumorales20. En esta misma publicación, los científicos explican como observaron también en un cultivo de células de melanoma, la capacidad de estos polisacáridos de mejorar la expresión del complejo mayor de histocompatibilidad, mejorando la presentación de antígenos a los linfocitos y evitando que las células cancerosas, y en su caso los virus, escapen al control de este sofisticado sistema de defensa inmunológico.

En un estudio que utilizó extractos de los hongos Ganoderma lucidum (Ling Zhi) y Coriolus versicolor (Yun Zhi) se observó que aumentaban significativamente los niveles de linfocitos T CD3 y CD4, indicando que estos extractos pueden ayudar a reducir la inmunosupresión que provocan los tratamientos para el cáncer con radioterapia e inmunoterapia21. Estos extractos también son capaces de activar células, como los linfocitos B, los linfocitos T, las células T citotóxicas, los linfocitos T natural killers y las células killer activadas por linfoquina, que aumentan la actividad anticancerígena del sistema inmune.

Otros estudios in vitro con extractos de estos dos hongos, C. versicolor  y G. lucidum , han puesto de manifiesto su actividad citotóxica selectiva sobre determinados tipos de células tumorales. Las sustancias activas identificadas de C. versicolor fueron concretamente, el polisacárido krestina (PSK) y el polisacárido-peptido (PSP). En el caso de G. lucidum, los principios activos identificados fueron beta-glucanos y triterpenos. Por otro lado los extractos de estos hongos, tras un tratamiento prolongado en ratones con cáncer, consiguieron reducir significativamente el tamaño del tumor. Su utilización también podría ser efectiva para la prevención de la aparición de tumores21.

Reishi. Imagen Karsten

Se piensa, pues todos estudios apuntan en esta dirección, que la capacidad de modular el sistema inmune de los polisacáridos que contienen estos hongos, es la responsable de sus efectos antitumorales.


Diabetes

El reishi ha demostrado poseer una interesante acción antidiabética. La administración de ácidos ganodéricos A y B a ratones diabéticos consiguió disminuir sus niveles de glucosa en sangre hasta un 50%22. . También en ratones, un estudio en el que se les administró un proteoglicano de G. lucidum denominado FYGL, consiguió una reducción en la glucemia similar a la obtenida con metformina en ensayos anteriores23. En otro estudio, en este caso con pacientes diabéticos tipo II a los que se les administró un extracto de G. lucidum tres veces al día durante doce semanas, se pudo comprobar una disminución tanto de los niveles de glucosa en sangre como de la hemoglobina glicosilada (HbA1C) 24. . 

Estos estudios, especialmente en animales, han mostrado la capacidad de diversos extractos de G. lucidum para reducir los niveles de glucosa en sangre, así como para aumentar los de insulina. Todo ello a través de un amplio abanico de moléculas como son los polisacáridos, los ácidos ganodéricos y los proteoglicanos; y una gran variedad de mecanismos hipoglucemiantes: inhibición de la síntesis de glucosa en el hígado25, y reparación y reducción de la apoptosis de las células beta del páncreas26, mejorando con ello la secreción de insulina. Todo ello con unos niveles de eficacia muy similares a los demostrados por la metformina y la glibencamida27, 28, dos de los fármacos más utilizados para la diabetes tipo II.


Prevención de enfermedades cardiovasculares

Varios estudios in vitro y modelos animales in vivo han encontrado que G. lucidum posee propiedades antioxidantes, antihipertensivas, hipoglucemiantes, hipolipemiantes, antiagregante plaquetario y antiobesidad, que podrían hacer de este hongo una gran herramienta para la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares29.

En esta línea investigadores de las universidades de Shandong (China) y de Georgia (USA), observaron las mejoras producidas en la microbiota de pacientes a los que se había administrado extracto de reishi, así como una disminución en los niveles de LDL-colesterol30.
 

Deterioro cognitivo

Uno de los principales objetivos del actual tratamiento de la enfermedad de Alzheimer es evitar la disminución de los niveles del neurotransmisor acetilcolina en el cerebro31. En este sentido sabemos que el reishi tiene capacidad para inhibir la acetilcolinesterasa, que es la enzima que degrada la acetilcolina, consiguiendo así un incremento de los niveles de este neurotransmisor en el cerebro.

Estudios clínicos han comprobado que la ingesta crónica de reishi puede frenar la progresión de la enfermedad de Alzheimer, probablemente a causa de su contenido en betaglucanos, compuestos fenólicos y flavonoides, todos ellos conocidos por ser potentes inhibidores de la acetilcolinesterasa32.

Una investigación llevada a cabo por Zhang y otros observó que el tratamiento con G. lucidum reducía la fatiga y promovía la supervivencia de las neuronas33. Otros estudios llegaron a resultados que permiten pensar que la toma continuada de reishi puede ser potencialmente efectiva para frenar la progresión de la enfermedad de Alzheimer.

Esta acción sería debida seguramente a la presencia en el reishi de compuestos fenólicos y flavonoides, de los cuales se conoce ya hace tiempo su capacidad para inhibir potentemente la acetilcolinesterasa. Cordiceps sinensis y Hericius erinaceus, son otros hongos que solos o combinados con el reishi, también han demostrado poseer propiedades beneficiosas en los trastornos neurodegenerativosxx.
 

Radioprotector

Estudios realizados en células sanguíneas humanas (leucocitos y linfocitos de sangre periférica humana), por investigadores de la Universidad de Valencia mostraron el efecto radioprotector de un extracto acuoso de β-glucano de reishi contra el daño celular provocado por la radiación de los rayos γ35.

Otros estudios, realizados in vivo, revelaron la eficacia protectora de estos extractos en ratones expuestos a los rayos γ. Estudios clínicos serán necesarios para poder elucidar si estas propiedades son extrapolables a los humanos.
 

Antioxidante

Algunos estudios han observado que los extractos de reishi aumentan la actividad de la superóxidodismutasa y la catalasa, enzimas involucradas en la eliminación de las especies reactivas del oxígeno, altamente dañinas para las células del organismo. La responsabilidad de esta actividad antioxidante corresponde a la fracción terpénica de los extractos de reishi, donde podemos encontrar ácidos ganodéricos A, B, C, ácido lucidénico B y ganodermanontriol36.
 

Antimicrobiano

Los betaglucanos han demostrado tener actividad antibacteriana tanto en estudios in vitro como in vivo36.
 

Contraindicaciones y efectos secundarios

El reishi ha demostrado ser un complemento nutricional muy seguro, incluso a dosis altas. Sin embargo como consecuencia de su propia actividad biológica puede tener algunas contraindicaciones, por lo menos a nivel teórico.

  • Anticoagulantes: las personas que esten tomando fármacos como el acenocumarol (SintromR), el ácido acetilsalicílico, el clopidogrel o cualquier otro anticoagulante, deberían tener un especial cuidado en controlarse los parámetros de coagulación mientras esten tomando reishi. Otra opción, más fácil, es directamente no tomarlo.
     
  • Antidiabéticos: los diabéticos medicados con insulina, metformina u otros hipoglucemiantes deberían controlar estrechamente sus niveles de glucosa en sangre cuando realicen un tratamiento conjunto con complementos que contengan reishi. No obstante, dada la dificultad que tienen estos pacientes para el control de la glucemia, esta puede ser una interacción buscada y muy positiva.
     
  • Antihipertensivos: dada la capacidad del reishi de bajar la presión arterial del organismo, aquellas personas que están en tratamiento con medicamentos antihipertensivos de cualquier tipo, deberán vigilar estrechamente su presión arterial si deciden tomar un complemento con reishi. En cualquier caso y dada la dificultad de muchos hipertensos de controlar su presión arterial elevada, esta también puede ser una interesante interacción buscada a propósito.
     


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